viernes, 28 de diciembre de 2012

El jardín de los cerezos y otras historias

 Zakin reflexiona un poco, y luego se viste y sale a la calle a tomar el fresco... Mira el cielo gris de la madrugada, contempla las nubes inmóviles, oye el grito perezoso del rascón, y empieza a imaginarse lo bien que estará cuando vuelva a la ciudad, y, terminadas sus tareas en el tribunal, se eche a dormir en su casa solitaria...
 De repente, al volver de unaesquina, aparece una figuara humana.
 <<Seguramente el guardián>>, piensa Zaikin.
 Pero, al fijarse, reconoce al veraneante del pantalón rojo.
 - ¿Cómo no duerme usted? - le pregunta.
 - No puedo - suspira el del pantalón rojo -. Disfruto de la Naturaleza... Tenemos huéspedes; en el tren de la noche ha llegado mi suegra..., y con ella mis sobrinas..., jóvenes muy agradecidas. Estoy muy satisfecho..., muy contento..., a pesar de... de que hay mucha humedad... ¿Y usted también disfruta de la Naturaleza?
 - Sí... - balbucea Zaikin -. Yo también disfruto de la Naturaleza... ¿No conoce usted, aquí, en la vecindad, algún restaurante o tabernita?
 El de los pantalones rojos levanta los ojos hacia el cielo y quédase reflexionando.
Los hombres que están de más (El Jardín de los cerezos). Antón P.Chéjov. 



Opinión: Consta de un lenguaje singular nada accesible al lector. A parte de eso las historias son a veces incomprensibles y de poco transfondo. No sé si basado en las diferencias culturales, pero se me hace una Rusia poco realista. A mi parecer, no es lectura interesante.



jueves, 27 de diciembre de 2012

FELIZ NAVIDAD 2013 (Luces de Navidad)

 
Director: Edgar Lledó

No importa de dónde se sea cuando las mejores luces de Navidad sean las estrellas, cuando el mejor regalo que hagamos sea el cariño y la mejor compañía personas alegres que te quieran.

No busquemos el plato más caro para nuestra mesa, sino el manjar más delicioso, conversaciones agradables. No cubramos nuestra anatomía de trapos impagables, vistámonos de alegría y cariño. No busquemos fiestas pasadas de rosca, sólo disfrutemos de las miradas cruzadas, las canciones recordadas o inventadas y demos traguitos de vida.

Es Navidad, no porque un calendario lo marque. Es Navidad porque el cielo se ha engalanado; porque tiernas voces inundan las calles; porque es un paso de vida para una nueva etapa. Es navidad, porque lo respiro en el ambiente.

Para todos los que os encontreis lejos de un corazón latiente que quisierais tener cerca, cerrad los ojos y decidle a la providencia que llegará el día en el que... por cada kilómetro le dareis un abrazo, por cada metro un beso y por cada centímetro el cariño que le otorgais.

FELICES FIESTAS, FELIZ NAVIDAD Y UN PRÓSPERO AÑO NUEVO!!!!!

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Laberinto de hormigón

Camino por esta ciudad desierta, pues el calor del verano mantiene alejada a la vida del oscuro asfalto. Sólo me acompaña el refrigerio inconfundible de las chicharras. Creo que es su particular queja de la situación, lo cual me consuela. Otra vez igual que al principio. Otra vez vago por tus calles perdida ante el futuro, de nuevo huyendo del regreso y perseguida por la confusión y la incertidumbre.

No es mi nombre lo que importa, sino el sentimiento que junto a mi sangre nutre cada célula de este cuerpo. Adrenalina, cabalga a galope por mis venas, y destellos de sol ven mis pupilas reflejados en los cristales de los cadáveres mecánicos de los coches de esta ciudad. Visión que me recuerda,tiempo en el que estamos. Es verano otra vez, y creo que la autonomía de mis pies me guían paso tras paso. ¿A dónde vais tan apurados?¿Hacia que futuro incierto me conducis?Solo hoy hay preguntas,pero no hay respuestas. Quiero gritar y mi garganta está seca, quiero llorar y mis ojos sólo pestañean, serán signos de deshidratación o es que hay motines dentro de mí. ¿Qué me ocurre vieja ciudad, a dónde van tus calles a parar?Giro una esquina, camino durante toda la calle, giro otra y otra calle, y otro giro y otro más, y más... Si hay otro giro más caeré al abismo de los laberintos urbanos, pienso mientras noto mi respiración agitada de miedo y mi corazón como locomotora furiosa.Termina la calle, no hay giro pero... tampoco hay salida, vuelvo atrás y me acerco al final de ella creo que es por donde vine pero es imposible pues se ve el mar. Corre brisa y es fresca, lo cual alivia todas las quejas de mi cuerpo, y hasta parece que el lamento de las chicharras cesan. Veo el agua y con ella un nuevo horizonte, y con éste seguro que la posibilidad de viajar y conocer una nueva ciudad y tener un nuevo futuro. Es alegría lo que refleja mi cara y esperanza lo que siente mi mente.Quiero terminar ya la calle, quiero ya esa promesa de vida, quiero...Dos pasos y...giro de nuevo a una selva de hormigón.Fin de la calle, fin de la playa, fin de mi nuevo futuro y mi esperanza.

Solo quedan giros, hormigón y chatarra, las protestas de las chicharras y la autonomía de mis pies vagando bajo el aplastante calor, con la única misión de encontrar la salida del laberinto de hormigón con ilusión.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Momentos de infancia

 Hoy es domingo. Estoy sentada en el balcón mientras mamá me peina el pelo. Observo la sombra de mis pies, pues no llegan al suelo, y pienso en lo buena que es mamá.

 Como cada mañana ha entrado en el cuarto y nos ha dicho: “¡Buenos días!”, con una sonrisa en la cara. Después ha subido la persiana y ha abierto la ventana. Se mezcla en la habitación el olor a sueño con el de un nuevo día, mientras nos da un beso a cada una. Me gusta ese momento cuando siento el frío en la cara pero tengo el cuerpo calentito bajo el edredón. Mi hermana quiere dormir más, como siempre. Yo no la entiendo, ¡Si es domingo! Me gustan los domingos, porque es el día en que mamá nos pone los vestidos. Pienso en cuál me tocará hoy, mientras me lavo la cara de puntillas porque no llego bien al lavabo y el suelo está muy frío. Si me ve mamá, me regañará como siempre. No me importa, me gusta andar descalza. Luego nos ha bañado y lavado el pelo y ha dejado que Julia y yo juguemos en la bañera un rato. Más tarde nos ha ayudado a vestirnos, ha peinado a Julia y ahora me toca a mí. No me gusta ese momento, los tirones me hacen daño. Por eso mamá nos saca al balcón para distraernos y secar el pelo antes. Pienso que mamá es buena porque hace las cosas con cariño, como dice ella.

 Miro mis pies, y siento el calor del sol en ellos y en mis mofletes, aunque es invierno y por eso hace frío. Me encanta este Momento. Miro mi reflejo en el cristal de la ventana. Mi pelo brilla mientras mamá se entretiene con un enredo. Arruga la nariz y la frente cuando se concentra en algo, es muy gracioso. Peludo, nuestro gato, la mira sentado frente a mí y la mira con la cabeza de lado. A él se le arrugan los bigotes pero por el aire. No puedo aguantarme y me río.

-¿De qué te ríes cariño? – pregunta mamá.

-De Peludo. – Digo entre risas, mientras lo miro. Ahora cambió su cara y me mira a mí con cara de interrogación.

-¿De Peludo? ¿Peludo que hiciste?

-Jijijijiji… él nada, Mamá. Tú lo imitabas a él. Arrugas la nariz como él.

-¿Yo lo imitaba?... ¡Ahora, verás!

-Jajajajajajaja…para, no, no, para. – Mamá me hace cosquillas. Ay, no puedo parar de reír.

 Así entre rayos de sol, risas y buenos momentos grabo secuencias en mí cabeza, para conseguir una infancia feliz.

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 Heute ist Sonntag. Ich sitze auf dem Balkon, während Mama meine Haare kämmt, Ich beobachte den Schatten von meiner kleiner Fübe, denn sie reichen nicht bis zum Boden, und ich denke wie gut Mama ist.

 Wie jeden Morgens ist sie in unseren Schlaftzimmer gekommen und hat mit einem Lächeln im Gesicht„ Guten Morgen!“ zu uns gesagt. Nachher hat sie den Rollladen hinaufgegangen und das Fenster aufgemacht. Der Geruch nach Schlaf vermischt sich im Zimmer mit den Geruch eines neuen Tages, während Mama uns ein Küss gegeben hat. Mir Gefällt dieses Moment, wenn ich die Kälte ins Gesicht ühle , ich halte aber den Körper warm unter dem Federbett. Meine Schwester will weiter schlafen, wie immer. Ich verstehe sie nicht, heute ist ja Sonntag! .Ich mag Sonntags, weil es der Tag is, wo Mama uns die Kleider zieht. Ich denke welche würde ich heute bekommen., während ich meinen Gesicht auf Zehenspitzen wasche, weil ich nicht gut am Waschbecken gelange und weil das Bodensehr kalt ist .Als Mama mich sieht, wird sie wie immer mich ausschimpfen. Das macht nichts, mir gefällt es barfub zu gehen Später, hat sie uns gebadet und unsere Haare gewaschen. Sie hat zugelassen, dass Julia und ich eine weile in der Badewanne spielen durfen . Danach hat sie uns geholfen uns anzuziehen, dann Julia´s Haare gekämmt und jetzt war ich dran. Das mag ich nicht , die Züge tuen mir weh ., Um es abzulenken nimmt uns Mamma auf den Balkon und die Haare zu es schnelle zu trocknen. Ich denke, dass Mama gutmütig ist, weil sie die Dinge mit Liebe macht, wie sie es sagt .

 Ich gucke auf meine Fübe, wo ich die Wärme aus die Sonne empfinde, genauso wie an meiner Backen, obwohl es Winter und deswegen heute Kalt ist. Ich bin von dieser Moment Entzückt. Ich sehe meinen verspiegelung am Fenstergalss. Meine Haare glänzen, während Mama mit einem Verwicklung sich vergnügt . Sie rümpft die Nase und die Stirn, wenn sie auf irgendetwas sich konzentriert. Das ist mir sehr witzig. Peludo, unsere Katze, sitzt mir gegenüber, und beobachtet sie mit ihr Kopf seitlich. Die Schnurrbärte werden bei dem kalte Luft rümpft. Ich kann nicht mehr aushalten, und ich lache.
 
-Worüber lachst du Schatz?– Mama fragt.
 
-Über Peludo. – sage ich zwischen Lachen, sie wechselt jetz ihre Gesicht und sieht mich mit eine Gesicht Frage an.
 
-Über Peludo? Peludo, was hast du gemacht?
 
-Hihihihi... er nichts, Mama. Du nachmachst er. Du rümpfst auch die Nase wie er.
 
-Nachmache ich er?... Jetzt, wirst du sehen!
 
-Hahahahahaha... Warte, nein, nein, warte. – Mama kitzelt mich. Aah, ich kann nicht aufhören zu lachen.
 
So zwischen Sonnestrahlen, Lachen und gute Momente graviere Sequenzen in meinem Kopf, für eine Kindheit glücklich zu erreichen.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

La elegancia del erizo

"La señora michel tiene la elegancia del erizo: por fuera está cubierta de púas, una verdadera fortaleza, pero intuyo que, por dentro, tiene el mismo refinamiento sencillo de los erizos, que son animalitos falsamente indolentes, tremendamente solitarios y terriblemente elegantes."
La elegancia del Erizo. Muriel Barbery
 
 
Opinión: A pesar de tener un lenguaje, a veces, poco cercano a la cotidianeidad del lector. Es un libro de fácil lectura, pero sobre todo es un libro con mucho contenido oculto para extraer. De reflexiones profundas que acerte, y de una delicadeza similar al erizo. Su pequeño tamaño lo hace apetecible a la lectura. Magnífico libro para tardes de lectura solitaria.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Ahora, van a ser felices


  Fuera nieva, grandes copos blancos cubren cada centímetro de superficie expuesta a la intemperie. Es tarde pues la luz diurna comienza su proceso para irse a descansar. Porque las luces de la ciudad han hecho ya su chasquido al prender la chispa que las iluminará. Los habitantes ya se embuten en sus miles de pieles, en sus capas de cebolla. La tarde llega y con ella espero que la tranquilidad. Espero paciente en mi sofá restaurado en una esquina del salón. Mi compañía esta tarde son las bailarinas llamas de unas velas esparcidas por el piso, bañadas por el dulce aroma del incienso y el reconfortante sabor de un té Rooibos. Esta es mi compañía, y soy feliz.
  La oscuridad me trae la calma de saber que la decisión de dejarte ir, de soltar la cuerda fue la correcta. Calma que debe luchar contra el deseo aun humeante de levantar el teléfono de la entrada marcar tu número y decirte “¡Hola, te extraño!” o  “nos tomamos un café”; quizás la mejor opción sería la verdad “te odio, pero te extraño”, o marcar y colgar al escuchar tu voz. Pero siempre es marcar, siempre es desandar lo andado, volver a ser cobarde. Qué difícil es la vida cuando no te dicen, o aunque sí lo hicieran, que las decisiones duelen, que madurar nunca fue fácil, que por el camino son muchos los que se quedan. A pesar de esto, qué bello que es vivir.

  Anna sigue sucumbida en sus pensamientos y rodeada de sus fantasmas, sus temores. Se cree que hoy es fuerte que con pasar estas horas y con la llegada del crepúsculo todo será fácil de nuevo, todo volverá a tener sentido, las heridas dejarán de sangrar y ella será valiente sin más. Anna se crea el ambiente adecuado de cascarón, de película de Casablanca, de heroínas de cuento, de mujer que no es. Se lo crea, pues necesita combatir sus heridas más que combatir el deseo de llamar, porque la dulce Anna se cree de manos vacías.

  ¿A quién pretendo engañar? – Se pregunta en silencio viendo el escenario adornado para la obra teatral de su historia. - Las heridas antes de curarse deben sangran, antes de cerrarse necesitan unir los bordes en armonía y dejar pasar el tiempo. Para seguir adelante, se debe levantar un pie y dejar el cuerpo en instantes de peligroso equilibro sobre un único apoyo. Para ser valiente se debe contemplar todas las consecuencias y temer las posibles que no sean adecuadas. Para seguir siendo yo, debo romperme antes.

  Una sonrisa amarga se perfiló en sus labios. Su cuerpo era una tabla rígida, que no encontraba manera cómoda de descansar. La adrenalina corría por sus venas a cantidades elevadas, como en las gacetas pendientes de la aparición magistral del león. Sus sentidos no encontraban reposo, hoy ni lectura, ni música, ni incienso y menos la cocina. Hoy ella estaba de revolución y su cuerpo también.
Sabía que tenía que ser fuerte, que los débiles perdían las batallas. Y aún así sentía que sus fuerzas la habían abandonado, su pecho le oprimía, le dolía respirar el frío aire de diciembre, le dolía respirar las verdades. Su rostro le parecía cenizo, y su expresión muerta hace muchos meses. Ella solo quería correr, y correr tanto que llegara a algún sitio tan exhausta que le doliese y cuerpo y no el alma, y poder descansar.

  ¿Tan difícil es? – Tan fea soy, tan borde, tan pobre, tan tímida, tan poco extravagante, tan nada emocionante, tan agria, con tan poco humor, tan nada sexy, tan…tan yo, interrogaba a su cerebro. ¿Tan malo es ser yo?,… no creo. Pero por qué me cuesta entonces tanto conocer gente, por qué soy tan invisible a los hombres, al mundo, por qué parece ser que el universo me huye.
  Porque es tu percepción, se respondió al instante. Porque si todo fuese así no serías esa persona, a la que todos llaman amiga antes de que tú lo hagas hacia ellos. Porque no habría quien tocara tu puerta para pedirte fuerzas, o para tomar café. Porque tu no eres así, aunque sí puedan ser tus capas, y qué son las capas si no trozos de uno que vamos desprendiendo conforme maduramos. Qué es madurar si no dejar las heridas expuestas y decir al mundo sí he sufrido, he llorado, me he caído y he tocado fondo…. ¿y qué? ¿Y qué malo hay en ello?...Pues siempre he vuelto a salir a flote, he vuelto a levantarme, me he reído mil veces por cada una que he llorado, sobre todo he sufrido porque he vivido, porque estoy viva. No, no soy perfecta… ¿y qué?...no quiero esa presión, y, conforme más madure, aprenderé e interiorizaré que la vida no se disfruta esperando sino jugando.

  Ahora sí había encontrado cómo pasar las horas, cómo esperar la hora de las brujas y decirle adiós para abrazar el amanecer. Así que se recostó en el sofá, más acoplada que nunca. Y saboreó su té humeante, mientras la voz de Dido se exparcía bajándole la ansiedad. Que salgan mis fantasmas, mis temores, que los enseñaré a jugar al escondite, porque yo llegaré a ser valiente.
  En ese momento sonó el timbre de la puerta, insistentemente. Dejó su té a un lado en el suelo. Se encaminó al pasillo, encendió la luz, mientras seguían torturando al pobre botón al otro lado de la puerta. La abrió, y antes de poder separar los labios, se abalanzaron hacia el interior con sus torbellinos de saludos, palabras, abrazos y besos, risas y alegría. Esas eran ellas, sus inseparables, e inmejorables. Esas eran ellas y sabía que iban a compartir ahora todo. Ya no quería ser valiente, ya las tenía a ellas, iban a ser felices, y el madurar….ya vendría en otro momento.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Blancura

  Ya es diciembre y blanca son tus calles, blanco el horizonte que ven mis ojos. Gris se han quedados los tonos que desentonan en la blancura, grises, y amarillas las luces.

  Es el último mes y esto es en todo lo que te has convertido, árida se ha vuelto la tierra en la que nacen tus hijos. No hay más que frío en tu ambiente, más que pasos rápidos, cabezas gachas y rostros agrios.

  Mes doce del año doce, fin del mundo para unos, comienzo de vida para otros. Año como otro cualquiera, con sus guerra, sus catástrofes naturales, sus dirigentes jugando al monopoli viviente de la especulación, personas dando un paso de vida tras otro. Año como otro cualquiera en el que la vida nació en demasiados individuos y dejó de exitir en otros tantos muchos de ellos, en el que las alegrías se han vivido junto con las penas. En el que el Mundo siguió fiel a su giro. Otro año, otro diciembre, otra nevada, otra ráfaga de frío, otra blancura de tus calles.

  He vivido tus cambios y Tú el deambular de tus habitantes.Tus gamas de colores se moldearon con las estaciones, como las personas nos moldeamos con los choques propulsados por la vida. Permaneces intacta, mientras a tus pies el pueblo se desangra por la escarcha de la humanidad. Te vistes con tus más bellas galas blancas salpicadas de pedrería de luces y mercadillos navideños, y en otro extremo de la Tierra algunas de tus hermanas te miran con ojos de pobreza y devastación. Es diciembre... y a pesar de todo yo sólo quiero palparte, ansiosa, con manos frías y recorrer palmo a palmo cada centímetro de tu significado.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Aire de ciudad

 Soledad. Frío. Aire, necesito aire. La angustia es la compañera inamovible de la soledad, irónico, sí. Salir, correr, caminar, sentir las hojas anaranjadas crujir, bajo mis pasos, bajo el inestable peso de mi cuerpo chocando contra el suelo. El timbre de una bicicleta, el motor de un coche, piar de pájaros, sonidos cotidianos mezclados con intensidad en mis oídos, y en el fondo mis latidos. Constantes, rápidos, profundos y dolorosos. Frío, otra vez, necesito aire.
 
 Risas, copas chocando, fuego chisporroteando en las cocinas y chimeneas. Felicidad fingida o sentida. Citas, comidas de empresa, reuniones de amigos, gente, más gente. Olor a comida caliente, a café, a dulce, a cenizas. Calor, necesito aire.
 
 Música, gente, demasiada gente. Tiendas, conversaciones. Gente. Ropa, zapatos, libros, discos. Gente. Escaleras que subo sin mover los pies, pasillos largos, circulares. Gente. Bolsas, dinero derrochado, horas perdidas. Gente. Calor, mis pies quieren andar, correr, mi cuerpo sentir. Demasiada gente, mis latidos se intensifican y se aceleran. Gente, necesito aire.
 
 Lentejuelas, música, ropa para la ocasión, alcohol. Alcohol. Risas, canciones, juego incesante de cortejo y apareamiento. Alcohol. Drogas. Juegos de manos, miradas cruzadas, conversaciones irónicas. Alcohol. Noche, luces, humo sabor  a fresa. Alcohol, las sienes me palpitan, mis arterias tamborilean. Aire, necesito aire.
 
 Espectáculos de luces, de palabras, música. Mi parte cultural se deleita, disfruta, descansa. Gente. Silencio, ruido, sonidos. Entradas, colas, asientos, huecos entre la gente. Partes unificaros y sentid igual. Se desmiembran, incomodidad, lucha, dominio. Ansiedad, necesito aire.
 
 Silencio, calma, tranquilidad. Solo mis “yo” reunidos en consejo. Emocional, cultural, fiestera, compradora, paseante. Aire, calor y frío, serena y ansiosa. Yo. Un todo por un nada. Renacer, reunificarse, sucumbir, tener poder, llorar, reír. Yo. Buscar una guía, querer ser otra persona, aceptarse. Hoy, mañana, ayer. Esperanzas, metas, retos, consejos, recuerdos, experiencia. Yo, solo Yo, ya no necesito aire.

lunes, 19 de noviembre de 2012

The Butterfly Circus



 En una caravana, un niño pequeño ve un cartel sobre un circo de "Freaks" y le pide a sus acompañantes verlo. Cuando llegan, dos de los acompañantes del niño deciden entrar para ver el espectáculo. En él había todo tipo de personas con talentos extraños, como la mujer barbuda, una mujer mas gorda del mundo, etc. pero el que más le llamó la atención fue Will, un hombre al que le faltaban todas las extremidades de su cuerpo. Él decide unirse a ellos, a su circo llamado "Circo de la Mariposa", ese circo era diferente a aquel del que venía Will, no era un circo de fenómenos extraños, sino de gente que era capaz de hacer cosas magníficas y bellas para que cualquiera que los viese se sintiera feliz...

Director:        Joshua Weigel
Guión:
 Joshua Weigel
 Rebekah Weigel
Interpretes:
 Doug Jones
 Eduardo Verastegui
 Matt Allmen
 Nick Vujicic
Productor:
 Angie Alvarez
Música:
 Tim Williams
Fotografía:
 Brian Baugh
Montaje:
 Chris Witt

viernes, 16 de noviembre de 2012

Recuerda

 


Una chica entra en una crisis existencial al llegar a un punto insostenible de su vida. Tratará de hallar respuestas a todas sus preguntas mediante la lógica y la razón, pero necesitará ayuda para encontrarlas.

Dirigido por Carlos de Cozar y protagonizado por Vicky Luengo.
Guión de: Sandra Sas
Música de: Carles Reig Sonido: Carles Reig y Carlos de Cozar
Ayud. producción: Montse Sabajanes
Script: Sandra Sas
Montaje y foto: Carlos de Cozar
Trad. al inglés: Julia Claire
Reparto: Vicky Luengo, Miquel Bordoy, Judith Linares, Marc García

martes, 13 de noviembre de 2012

Table 7



Una pareja al borde de una ruptura tiene una conversación íntima en un restaurante, sin saber que su cada palabra es objeto de estrecha vigilancia. Sin embargo, no todo es como parece.


Guión y Dirección: Slavnic Marko
Co-Director: Andrew McDonald
Productores: Andrew Lee, Slavnic Marko, Andrew McDonald
Fotografía: David García Azul
Música: Ed Dunne

Reparto:
Hombre – Rosales Ray
Mujer – Lozos Stephanie
Grabador – Kim Isaac

Pequeño 7º Arte

 Nuevo espacio, nuevo tipo de arte. Creo que a este blog le faltaba ya la presencia de este género. La exposiciones que van a aparecer serán CORTOS.

 Desde aquí os invito a que recomendeis otros que considereis interesantes, que comenteis los puestos y que interactuemos entre todos.

 Es un espacio para dar el reconocimiento a algo tan complicado como un corto, y tan olvidado por todos, por los directores, empresas y espectadores.


 Para todos y a todos, bienvenidos al mundo de la imagen.


Pues una mente que se cultura, crea a una persona sabia.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Juegos de tronos

ARYA
 
 
Las puntadas de Arya volvían a estar todas torcidas.
Las contempló con el ceño fruncido, desalentada, y miró de hurtadillas hacia donde estaba su hermana Sansa con las otras niñas. Las labores de costura de Sansa eran siempre exquisitas. Todo el mundo lo decía.
«Las labores de Sansa son tan bonitas como ella —dijo una vez la septa Mordane a su señora madre—. Tiene unas manos tan hábiles, tan delicadas...— Cuando Lady Catelyn le preguntó por Arya, la septa lanzó un bufido—. Arya tiene manos de herrero.»
Arya echó una mirada furtiva hacia el otro extremo de la sala, temerosa de que la septa Mordane pudiera leerle el pensamiento, pero aquel día no le prestaba atención. Se había sentado con la princesa Myrcella y era todo sonrisas y adulación. La septa no tenía ocasión de instruir a una princesa en las artes femeninas todos los días, como había dicho a la reina cuando llevó a la niña para que estuviera con ellas. A Arya le pareció que las puntadas de Myrcella también estaban algo torcidas, pero por la manera en que las alababa la septa Mordane nadie lo habría imaginado.
Examinó de nuevo su labor, buscando alguna manera de rescatarla, y al final suspiró y dejó la aguja. Miró a su hermana con gesto abatido. Sansa charlaba alegremente mientras cosía. A sus pies se sentaba Beth Cassel, la hija pequeña de Ser Rodrik, que se bebía cada palabra que salía de sus labios. Jeyne Poole, a su lado, le susurraba algo al oído.
—¿De qué estáis hablando? —preguntó Arya de repente. Jeyne la miró sobresaltada, luego dejó escapar una risita. Sansa pareció avergonzada. Beth se sonrojó. Nadie le dio respuesta—. Decídmelo —insistió Arya.
Jeyne miró de reojo para asegurarse de que la septa Mordane no las estaba escuchando. Myrcella dijo algo en aquel momento, y la septa estalló en carcajadas igual que el resto de las señoras.
—Hablábamos del príncipe —dijo Sansa con voz suave como un beso.
Arya sabía bien a qué príncipe se refería. A Joffrey, claro. El alto, el guapo. A Sansa le había tocado sentarse con él en el banquete. A Arya le correspondió el pequeño y gordito. Naturalmente.
A Joffrey le gusta tu hermana —susurró Jeyne, tan orgullosa como
si fuera la responsable de aquello. Era la hija del mayordomo de Inverna
lia, y también la mejor amiga de Sansa—. Le dijo que era muy hermosa.
                                                    Juegos de tronos. Canción de hielo y fuego/1. George R.R. Martin
 
 
 
 

Opinión: Ciencia ficción y fantasía contada de forma inmejorable. Cautiva al lector desde el primer momento. Al contrario de la mayoría de los libros Martin no tiene problemas ni preferencia con ninguno los hace aparecer o desaparecer de forma muy parecida a la realidad. Estar escrito cada capítulo desde la perspectiva de un personaje hace que no sea pesado al leer y que descrubas que ni el malo es terrorífico ni el bueno un santo. Recomendación cien por cien para leerlo; lectura obligada, casi se produce un antes y un después de esta saga de G. R. R. Martin.
 


domingo, 4 de noviembre de 2012

Los besos no se gastan

10.00. En el aeropuerto, fuera de la terminal, junto a la parada de taxis. Sara es tonta. Le he dicho que al lado de la máquina en la que envuelven las maletas. Siempre quedamos aquí. Voy a perder el puto puente aéreo.

10.00. Saliendo del aeropuerto, a punto de buscar un taxi.
EVA
Ahora cogemos un taxi, la dejo en su casa y me voy a llorar a la mía. Necesito estar sola. Necesito llorar. Me estoy muriendo por dentro.

LUCÍA
¡Joder! ¿Dónde coño se habrá metido Sara?

EVA
Odio estos carros, siempre se me tuercen, joder, joder... -¡Dios, perdona! ¿Te he hecho daño?

LUCÍA
-No, no... ¿Eva? ¡Eva!

EVA
-¿Lucía?


    Aquel abrazo fue un mundo. No quería que terminara nunca y me pareció que ella tampoco. Lloré desconsoladamente, lloramos las dos, pero yo más, yo no podía parar, como en uno de nuestros ataque de risa, como en uno de nuestros momentos de entendimiento perfecto. Era como antes, como siempre. Era un llanto de complicidad, las dos estábamos pensando lo mismo: <<¿Dónde has estado todo este tiempo?>>.
                                                                                   Los besos no se gastan. Raquel Martos








Opinión: ES un libro magnífico. La lectura resulta fluida y entretenida debido al intercambio de personajes y de tiempo (pasado y presente). Es una historia diaria contada para sacar los sentimientos más profundos al lector. Cualquiera se puede sentir identificado o identificar a alguien con algún personaje. Lectura más que recomendada para reflexionar y entretener, para todo tipo de lector. Es la primera novela de esta periodista, y espero que saque pronto otra tan buena como ésta.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Las horas distantes

 Una carta perdida durante muchos años llega por correo y Edie Burchill se encuentra viajando a Milderhurst Castle, una mansión inglesa en la que viven las hermanas solteras Blythe y en la que se alojó su madre durante la Segunda Guerra Mundial, cuando era una niña de trece años. Las hermanas Blythe mayores son gemelas y se han pasado gran parte de su vida cuidando de su hermana pequeña, Juniper, que no volvió a ser la misma desde que su prometido la abandonó en 1941. En el interior del ruinoso castillo, Edie comienza a desenmarañar el pasado de su madre. Pero las piedras de Milderhurst esconden otros secretos, y Edie está a punto de descubrir más de lo que esperaba.
 La verdad de lo que ocurrió en las horas distantes del pasado lleva mucho tiempo a la espera de que alguien la descubra. Morton una vez más cautiva a los lectores con una historia muy atmosférica que cuenta con unos personajes inolvidables acuciados por el amor y las circunstancias y obsesionados por los recuerdo.
                                                            Las horas distantes. Kate Morton.


Opinión: Principio de desarrollo lento y con poca trama. En el final hay un buen manejo de la trama por parte de la autora que te mantiene pendiente de él hasta la última página. A pesar de esto, posee una descripción muy real de la sociedad tanto pasada como presente. Si se quiere una lectura tranquila, recomiendo el libro.

sábado, 27 de octubre de 2012

Revolución en mi cuerpo

 Abro los ojos, no con poco esfuerzo, la habitación esta iluminada por la luz blanca de la mañana. Mis vellos se erizan con la sensación de olor a sueño, la cálidez del edredón y el tacto suave de las sábanas sobre mi piel. Disfruto este par de minutos, una eternidad alargada de felicidad aún por sentir, de un secreto que descubrir, de un nuevo  e inexplorado día. Alargo todo lo que puedo esa sensación, quiero quedarme, así sin más, sólo sintiéndome bien, feliz.
 El penetrante sonido del despertador resuena en la habitación, y mi mundo de sueños imnimaginados aún se esfuma bajo la rendija de la puerta. Se escabulle al frío exterior tras las grandes ventanas. Parece que el día se muestra ansioso por mostrarme todo lo que ya pasó mientras yo, bella durmiente, vivía el mundo paralelo. No quiero salir de la cama. Se esfumó la sensación del tacto de las sábanas, pero sigo sucumbida bajo su peso esperando a que vuelva. Hoy no quiero levantarme.
 Pasan minutos en mi intento de seguir con un poco de magia. Descubro una cama revuelta, una cama que más bien parece un campo de batalla, una revolución. ¿A dónde te trasladastes hoy; contra qué bramas?
 Hoy mi piel ha empezado a confesarme que te echa de menos. Que ya se siente inerte, que no tiene cambios, que sus vellosidades no se erizan ante el sentir de tu aliento. Me amenaza diciendo, que o te reuno de nuevo con ella o me hará sentir un frío desolador todos los días, en todas las circuntancias.
 Entonces mis ojos se han manifestado diciendo que llevan días, o meses, sin ver a sus compañeros, que los echan de menos. Dicen querer volver a recorrer tus facciones, a pararse en los recodos y huecos más interesantes y volver a estudiarlos; batirse en duelo con los tuyos y volver a pedir una revancha. Dicen exigir lo que consiguieron, dicen querer ser felices y si no, y si no me amenazan con no mostrarme las maravillas de mi mundo y su inmensa gama de colores.
 A estas alturas ya no me lo puedo creer, si ya estaba despierta, o no. Pero por qué esta odiosa ensoñación, si hoy era todavía feliz el día. Pues revolución yo también, me quedo en cama y cierro los ojos, a ver si duermo de nuevo, o me despierto de una vez. Acabo de oír un pitido sordo, a ver si para...no, es constante y molesto, impidiéndome escuchar los pajaros en el alfeizar de la ventana. Aggg, que pare, qué molesto. Queremos conversación, oigo de repente. No puede ser, ¿mis oídos?, pues es mi voz. Mi boca se ha puesto celosa, de las reclamaciones que otros me hacían. Hoy ella reivindica besar tus labios, susurrarte palabras al oído y charlar contigo. No, ahora encima discusión entre los labios y los oídos. Qué parte de la charla corresponde a quién, quién te extraña más, quién hará mayor presión con este piquete.
 Estoy cansada de este cuento sin sentido, de este echarte de menos. Intento incorporarme, al levantarme todo habrá pasado. No puedo, no sé que pasa... mis manos, no se apoyan. A ver que os pasa. No dicen nada, sólo están callas, tristes y sin fuerzas. ¡¡Hablad!! ¡si estoy ya es de locos de maniconmio! les digo mientras me sulfuro conmigo misma. Con ritmo pausado confiesan, que han sido ellas las culpables de este revuelo, que al notar las sábanas pensaron que era tu cuerpo he intentaron acariciarte, pero no te encontraban, sólo había tela. Dicen que se asustaron que revivieron esos momentos de felicidad y que ante la falta y la opresión a la que dicen que les someto... Comenzaron el levantamiento, la revolución para desterrar mi mente y poder acercarse a ti. Dicen sentirse tristes por llegar a este punto, pero que si no le pongo remedio; ellos, todos juntos, conseguirán su fin.
 Todos han empezado a pelearse, a gritar; intentan separarse y tirar cada uno hacia su lado, luchar por su bienestar. Me asustan, son parte de mí. Yo soy ellos, y todos ellos soy yo. Quiero llorar, despertar y huir.
 Hoy mi cuerpo ha comenzado una Revolución y todo es por ti

jueves, 25 de octubre de 2012

Otoño anaranjado


 
 Volví a mirarte, pero no reconocí tu apariencia. Cerré los ojos con fuerza hasta que me dolieron; los abrí pero allí seguía impávida tu distorsionada imagen.
 A dónde fue tu verde, tu vida y tu vitalidad. A dónde los dejastes ir, sólo para mirar con envidia que tu vecino seguía luciendo verde y vigoroso. Tus hojas hoy se mecen al compás del viento, para terminar descansando en un suelo ario; para sucumbir a la transformación y alimentar el mantillo con el que en la próxima primavera se enriqueceran tus raíces.

 Volví a mirarte, y tus estudiantes se manifestaban en las calles, ante un panorama desangrante. Cerré los ojos para rememorar tiempos de vida; y al abrirlo el país ardía.
  Se llevaron nuestras ilusiones, para jugar  con papel mojado. Nos contaron mentiras, para que el rebaño no diese problemas al esquilarnos. Mientras sólo nos quedaba ver a algunos de nuestros vecinos consumirse, a la vez que los otros tensaban cuerdas de marionetas o miraban sus reflejos en ornamentados espejos.

 Otoño, caída de hojas, lluvia y frío, colores anaranjados salpicados de verde y rojo. Bella estampa para los observadores. Tranquila sensación para los viandantes. Buena vida para el disfrute y las pacientes esperas de fin de días...
 Lo siento, pero mientras siga siendo joven preferiré el despertar y la explosión de la primavera. La lucha del espacio propio. Verdor y luz intensa. Vida, esperanza y reclamo por un mundo mejor.

La Caída de los Gigantes

" Ella quiso explicarle los principios de la democracia, pero aún era demasiado pequeño.
   En una escalera estrecha, cubierta por una alfombra roja, en el límite entre la zona de los comunes y la de los lores, se encontraron con Fitz. Él también tenía un joven invitado: su hijo George, al que llamaban Boy.
   Ethel y Lloyd subían, Fitz y Boy bajaban, y se cruzaron en un rellano.
   Fitz la miró como si esperara que lo dejara pasar.
   Los dos hijos del conde, Boy y Lloyd, su heredero al título nobiliario y el bastardo no reconocido, tenían la misma edad. Se observaron mutuamente con sincero interés.
   En Ty Gwyn, recordó Ethel, siempre que se encontraba con Fitz en el pasillo, tenía que hacerse a un lado, contra la pared, y agachar la mirada mientras él pasaba.
   Ahora ella estaba en medio del rellano, agarrando a Lloyd de la mano con fuerza, y miró a Fitz.
   —Buenos días, lord Fitzherbert —le saludó, y alzó el mentón en un gesto desafiante. Él le aguantó la mirada. Su rostro reflejaba un resentimiento furioso. Al final, dijo:
   —Buenos días, señora Leckwith.
   Ethel miró a Boy.
   —Debe de ser el vizconde de Aberowen —comentó—. Encantada.
   —Encantado, señora —respondió el niño, con educación.
   —Y este es mi hijo, Lloyd —le dijo a Fitz.
   El conde se negó a mirarlo.
   Ethel no iba a permitir que Fitz se saliera con la suya tan fácilmente.
   —Dale la mano al conde, Lloyd —le ordenó Ethel.
   El niño le tendió la mano y saludó:
   —Es un placer conocerlo, conde.
   Habría sido un gesto muy indecoroso despreciar a un niño de nueve años. Fitz se vio obligado a estrecharle la mano. Por primera vez, tocó a su hijo Lloyd.
   —Y ahora les deseamos que pasen un buen día —dijo Ethel con desdén y dio un paso hacia delante.
   Fitz puso cara de pocos amigos. Se hizo a un lado junto con su hijo, muy a regañadientes, y esperaron, con la espalda pegada a la pared, a que Ethel y Lloyd pasaran frente a ellos y subieran por las escaleras."
                      La Caída de los Gigantes. Ken Follet
 


 

 
 
Opinión: Es un buen libro, de lectura fácil, en el que Ken Follet vuelve a demostrar su dominio con las palabras y a enganchar al lector de forma constante. Encuadra muy bien en los echos históricos la trama, entremezclándolos y pareciendo pertenecer a la missituación. A parte de algunos pasajes de guerra un poco extensos, innecesariamente a mi parecer, es un libro que recomiendo leer. Pues puede alentar a querer saber un poco más de un tiempo pasado no muy lejano, y que cambió nuestro mundo.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Rincón de Lectura

Esta sección será dedicada al culto de la palabra escrita. Un libro no sirve de nada si no hay unos ojos que recorran sus marcas ni unas manos que sientan el tacto de la celulosa.

Está pensado para compartir las opiniones sobre libros, hacer recomendaciones y coloquios a distancias inimaginables sobre el mismo tesoro literario en cuestión.


“La lectura hace al hombre completo; la conversación, ágil, y el escribir, preciso”. Francis Bacon.

lunes, 1 de octubre de 2012

Premio Liebster por S.

 Conocí a Silvia hace ya unos años, siendo aún ambas adultescente, para que desempeñase una ardua tarea conmigo, enseñarme a tocar la guitarra con más de 18 años. La mía era una Alhambra recién comprada, como regalo a un aprobado en Selectividad; la suya un mar de magia y notas. Aún recuerdo las sensaciones en ese Albeniz viendo una película francesa, conociendo a una persona admirable y con trastos presetándonos.
 
 Hoy sigo sin sacarle más que dos notas al instrumento olvidado en un carto dejado atrás por una adolescente. Por el camino con ella he aprendido el sabor de lo alternativo, hemos reido y llorado, escrito poesias y embarcado en proyectos separados. En ese tiempo nos hemos hecho amigas. Y  la vida nos ha hecho descubrir que no es oro todo lo que reluce, pero que con personas que te ayuden a amortiguar la caida o a levantarte una vez en el suelo, la vida es bella y merece la pena vivirla.
 
 Siendo esto un mero intento de desviar cierta energía; ella ha decidido darle un premio al blog. Gran sorpresa para mi persona. Para mí es más que un premio, es un reconocimiento y un apoyo, es un honor recibido de una maestra. Y como tal quedaremos para seguir teniendo días vividos de momentos compartidos.
 
 Silvia otorga a "Berlin mit grün" el premio Liebster, para que siga la cadena. El "liebsterado", si lo desea, debe hacer lo siguiente:
1. Copiar y pegar el premio en el blog enlazándolo con el blogger que te lo ha otorgado.
2. Premiar a tus cinco blogs favoritos con la condición de que tengan menos de 200 seguidores y dejarles un comentario en sus entradas notificándoles que han ganado el premio.

3. Confiar en que continúen la cadena premiando a su vez a sus cinco blogs preferido.
 
 
  Mis propuestas son:
 
 1. Miradas, el blog de Alberto Baquero.
 2. Una visión particular, de Higinio Podadera.
 3. S., de Silvia Guerrero.
 4. Jinete en la tormenta, de Daniel Serrano.
 5. Myriam cameros "bitxo", de Myriam Cameros
 

domingo, 30 de septiembre de 2012

A la otra parte

 He reservado este espacio, sólo para vosotros. Los que desde distintos países habeis entrado alguna vez en este blog; aunque sólo sea una, o por equivocación. Os quiero agradecer los segundo o minutos, que habeis dedicado a otear este pequeño espacio, inventado y creado para ser leido y observado.

 Esto nació hace ya algunos meses, como medio de comunicación entre dos mundos que se iban a separar por primera vez. Era una insinuación para que escribiese como me encontraba sin necesidad de decirlo claramente, ya que estaba claro que contaría más a ojos sin caras que a oídos conocidos. Fue un empujoncito para la necesidad imperiosa de un remolino tormentoso de palabras de salir de mi cabeza. La idea de las fotos era, para animarme a explorar el mundo de la fotografía, y ser un apoyo para adquirir, definitivamente un tesoro, una reflex. Sí, he de confensar que eso aún no ha llegado, pero vendrá.
 
 En especial te agradesco, Alberto que me metieras en esto, que te preocupes por mi blog, que me cites en el tuyo (lo que es un gran honor), que me comentes las entradas (pues siempre he deseado crear algo interactivo), te agradezco que estés ahí y que formes parte de mi viaje en la vida. Silvia a tí, la escritora y amiga, gracias por el premio (pero eso es otro tema a resolver); y si es verdad que tienes un lápiz colorado con un librito guardado, será un orgullo leer tus creaciones. Esto no sería lo mismo sin vuestro apoyo.
 
 No puedo ponerle nombre a muchos más de los que habeis leido este blog, pero
os estoy igual de agradecida. Para mí en estos ocho meses que llevo en Berlín, ha sido una bocanada de aire fresco ver que las visitas aumentaban, y que vuestras nacionalidad o residencias eran muy distintas dentro del globo terráqueo. 

Lo último que os hago es una invitación para que interactueis y para que no dudes en darme algún consejo que creais que mejoraría este espacio, un lugar de cuentos inventados para su autora.

 La vida es un viaje, y nunca sabemos cuál es nuestro vehículo de automoción o dónde acaba las vías que encarrilan nuestras historias personales. Así que mientras compartamos tren, aunque sea virtual, yo estaré en el vagón de la cafetería, con un delicioso café, ansiosa de compartir una buena conversación.






                                                                       










                                                                                                                        ¡GRACIAS!

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Mención al momento vivido.

 Había querido dedicar esta entradas a otras cosas diferentes, a vosotros los lectores de este pequeño blog por tener ya más de 500 visitas o a un premio que una gran amiga y persona le dedicó a este espacio. Pero, lo siento, no puedo. No puedo hacer oídos sordos y vista gorda a lo que ayer y hoy está pasando en mi país, España. No quiero relegarlo a otra posición que no sea la principal. Para esto hoy no hay frases elaboradas, ni sueños inventados; para hoy sólo me queda realidad. Hoy no mediré las formas.
 
 Muchos pensarán que los que nos fuimos no nos importa España. Que desde la distancia no volvemos la vista para ver que sucede. Que somos más de las nuevas residencias que los del propio país; que renegamos. Pero se equivocan, en la gran mayoría y parte. Pudimos salir con la cabeza agachada o no; podemos querer volver pronto o tarde; pero siempre llevamos presente que somos de ahí. Que por nuestros poros transpira el aire ibérico, y que nuestras raices se quedaron esperándonos bajo un sol, a veces abrasador.

 Ayer Madrid desbordó algunas de sus calles y plazas. Ayer el pueblo se enfrentó al sistema. Creo poder decir que somos muchos los que huyendo de un sistema que deja en paro a su población más activa, nos hemos topado de bruces con otros sistemas no más permisivos, sino en ocasiones más opresivos. Lo que falla no es España, ni Grecia, ni el euro... lo que falla tampoco es del todo, ellos o nosotros. Lo que falla es el conjunto.

 Hoy el pueblo se ha vuelto a echar a la calle, hoy Madrid sigue rugiendo pacíficamente en Neptuno a estas horas. Y yo, como ciudadana y como joven, que lo único que busca es un futuro, me alegro de que todo está en, una tensa, calma. Pienso, pero no digo que esté en lo cierto, que no debemos pararnos en buscar sólo los culpables, ni en alimentar odio tras ira. Eso ya lo empezaron a hacer los políticos y hemos visto que sólo han ido a peor las cosas. Seamos listos por una vez, veamos que ya se ha tropezado en la misma piedra, y cambiemos de estrategias, busquemos soluciones.

 Yo soy una joven, que emigró buscando una oportunidad de empleo, de desarrollo para luego volver a mi tierra, a darle lo que ella invirtió en mí. Pero las manos se me están convirtiendo en barro, y veo que tal vez lleguen a ser polvo. Sin Sanidad y sin Educación Públicas, un país no es más rico, es estéril. Quiero pensar que podré volver a ver ese sol que tanto me gusta, y que disfrutaré de un trabajo digno, con condiciones dignas. Que saludaré a personas por la calle que se sientan seres humanos, no solo marionetas. Quiero pensar que tendremos un futuro, un mañana en el que nuevas generaciones se conmuevan con las cosas que conseguimos, que miren con admiración como lo hizo la mía a esos "revolucionarios" que lucharon contra la opresión. Quiero creer que ese mañana es posible.

 Así que seguiré otro día más informándome en prensas varias, para acercarme a la verdad (pues siempre se encuentra en un punto intermedio de todas las versiones). Seguiré otras horas más, cultivando y enrriqueciendo mis conocimientos específicos y generales, para saber y poder defender lo que diga con conocimiento de causa. Seguiré minuto a minuto mirando, no de reojo sino de frente, y enfrentando cara a cara a la realidad española, que es la que más me incumbe e importa. Pero sobre todo, seguiré cada segundo de mi vida siendo, y orgullosa de ello, de España.

lunes, 24 de septiembre de 2012

(In)-Conformismo

 Se cierran las nubes, se encapota el cielo y sus lágrimas comienzan a caer sobre Berlín. No son sollozos sino llanto inacabado. Inacabado e incomprensible me ha dejado el cuadro en el que me retrataba. No son lágrimas son gotas. Gotas ácidas que llevan encerradas las penas y furias de la humanidad. ¡Es demasiada pena para encerrarlas en las pocas gotas que han caído!. La calle está mojada y los viandantes andan apresurados esquivando la mezquindad del Mundo.

 Es Septiembre y el frío se cierne sobre mi blanca piel sin forro. Pasó la mitad, y se tornó hosco tu carácter, se paró el tiempo y pareciste renacer y renovarte. Ya se cambian las hojas, pequeña, ya llega el otoño, ya mudan las pieles las serpientes y su veneno se vuelve más fuerte. Noto el sabor amargo del veneno recorrer mi garganta, no es de serpiente sino amargor de bilis ante las injusticias.

 Incoherente, incomprensivo, inconformista. Decepcionante, desmotivado, desordenado. Todo...  y nada.

 No son mis palabras las que tienen significados, sino tus recuerdos los que las llenas de valor. Sabes de todo lo que hablo sin contarte nada. Sientes todo sin vivir nada. No te pares a ordenar, sólo siente, motívate. Vive la vida y la experiencia, vive la lucha hacia la victoria a pesar de encontrar coherencia en los caminos de la derrota. Sé conformista con... o inconformista para... sé lo que quieras ser.




... En este punto he vuelto a perderme. Después de tantos caminos andados, después de tantas alternativas halladas, he vuelto a caer. Tras muchos esfuerzos de cambios, tras muchas experiencias iniciadas, miro de reojo al inicio. Son muchos años vividos, más esfuerzos realizados, lágrimas junto a risas proclamadas, apoyos de gente que compartieron mi tren y después de tantos y tantos auto... autoconocimiento, autoconvicción, autocariño, autoaceptación, autodesprecio, autobúsqueda... y tras cada recodo volvía a girar para mirar, otra vez de nuevo, cara a cara a mi YO, para no conformarme con lo que había alcanzado.

Inconformismo, germen de las mentes dotadas y desesperadas. Inconformismo, serás tú al que deje al lado cuando me siente frente al estanque e intercambie juegos cómplices con sus habitantes.





martes, 18 de septiembre de 2012

Con sabor a vino

 Está lloviendo sobre Paris. Es una tarde de mediados de noviembre y en las calles sólo se ve la oscuridad, perforada por la luz amarillenta de las farolas de la gran ciudad. El viento susurra fuerte historias apagadas a las hojas de los árboles, luchando por hacerse oir entre las gotas que repiquetean en la forja de los balcones y el cemento del asfalto. Dentro en la habitación suena en el equipo de música un disco olvidado tanto tiempo en el cajón, y recuperado en una de esas limpiezas. Se le oye implorar a Ismael Serrano que se calle el ruido, y sus notas melódicas arrancadas a la guitarra.
  Lara vive en un modesto ático en la rue du Calvarie. Es un poco cochambroso, pero a ella le da tranquilidad esa mezcla de viejo y nuevo, ese sentir que en esa casa ha vivido mucha gente. Pensar que se han dado grandes historias en él, grandes historias de gente insignificante igual que ella. Ha sido un día largo en la academia, un día largo además de triste y frío. Demasiados estudiantes malgastando las horas y absorbiendo sus fuerzas.
 Son las siete y ya cansada está desmaquillándose frente al tocador. Es un mueble antigüo de época con unas pequeñas luces en la parte superior del espejo. Lo encontró en un mercadillo de segunda mano cuando se mudó a vivir a ese piso. Desde el momento en que sus ojos se posaron en él, sabía que debía de ser para ella, pues ella se tenía que mirar en él como lo habría echo la persona importante a la que habría pertenecido antes. Ella también se quería sentir importante, ella también tendría una vida importante.
 Pensando en el día largo que había tenido mientras se desmaquillaba, unido con sus deseos de gran vida y pasado del tocador; se percató del cansancio de su cara, reflejado en ese viejo espejo. Tengo ya treinta y cinco años y no hay día que me quite esta cara de astío - pensó mientras dejaba ver de nuevo las ojeras al paso del desmaquillante. - No me extraña que ya nadie se fije en mí, pero si parezco un ente deambulando por la ciudad; si esque me pongo un traje de época y parece casi que soy un fantasma de una mujer de la época de la guerra. Y dejó escapar un suspiro tras una larga pausa.
 Instintivamente se levantó, y se deshizo de todas las prendas que llevaba. La habitación estaba a oscuras, pero veía su reflejo en el espejo sólo con las amarillentas luces del tocador.
 - Mírate Lara, tienes treinta y cinco años y tu cuerpo no es nada esbelto. Pero tampoco tienes mal cuerpo, si alguién decidiera verte.... Se desabrochó el sujetador negro con wonderbra, que llevaba para estilizar su busto, y poco a poco se bajo sus diminutas braguitas negras de encaje. Así, derrotada, se miró en su plena desnudez. Así, se enfrentó a su imagen que tan poco atractiva le parecía entonces.
 - Se me empiezan a caer los pechos, empiezan a perder la turgencia con la que parecían desafiar cualquier gravedad. Con tímidos dedos se los acarició y como una reacción a sus pensamientos, sus pezones se endurecieron y su piel se erizó. - ¿Echas de menos las caricias, pequeño compañero? Si se callase el ruido tal vez oiría la lluvia caer y con ella mi voz llegaría hasta él. Y entonces...
 Sonó el sonido agudo del porterillo de la puerta. Se sobresaltó de manera visible, y su corazón instintivamente aceleró su ritmo constante. Fue hasta la puerta de la habitación y cogió la bata de seda de corte asiático. Se la colocó rauda mientras recorría el pasillo de forma ligera pues el timbre había sonado otras dos veces más. Descolgó el auricular mientras se preguntaba quién podía ser a esas horas y con esas prisas; si ella no había quedado con nadie, que ella recordase no.
 - Oui? - A ver quién será ahora con la tormenta que está callendo, pensaba mientras através del auricular le llegaba el sonido de la lluvia estrellándose en la acera.
 - Un paquet.
 Accionó el botón para abrir la puerta del portal. Un paquete y a éstas horas, se preguntaba mientras un sentimiento de expectación y nerviosismo crecía en su interior. Se acordó de que había estado desmaquillándose pero no sabía si había terminado o se había quedado a medias. Apresurándose, pues calculaba que quien fuese estaba al llegar, se acercó al otro extremo del pasillo, encendió la luz y se miró al gran espejo que se hayaba allí colgado. Vio varios churretes, y sonó el timbre de la puerta. - Mierda no me desmaquillé bien, estoy a medias. Sin saber qué hacer y viéndose sin tiempo pasó la manga de su bata por la cara, intentando disimular ese estropicio. - La seda, ahh, ya la lavaré.
 Corrió por el pasillo mientras el sonído metálico del timbre le aceleraba aún más sus latidos y la apremiaba a llegar y abrir.
Sujetó el pomo de la puerta, ejerció fuerza de forma descendente, tiró de la puerta y esta se abrió ante su cara.
 - Bonsoir! Madame Lara Rojo?
 - Oui.
 - Votre paquet. Vous pouvez signer ici?
 - Oui.
 - Bonsoir.
 - Bonsoir.
 Conforme veía alejarse al buen hombre por el pasillo pensaba en que había parecido tontita, pues del sí?, no había salido. Se giró con el paquete en la mano y pensó que ni un cartero se había extrañado a que estuviese con esa cara y de que le abriese así. Sus pies la conducían mientras tanto al cuarto, mas seguía inmersa en sus pensamientos. Devastada por la sensación de que ya no levantaba pasiones, ni miradas ociosas, se sentó en la cama envuelta en su espiral de autodesprecios. Fue en el momento en el que se quiso secar las lágrimas, que habían empezado a correrle por las mejillas, cuando se percató del paquete.
 Era una caja cuadrada y marrón, sin más, y sin remitente. Al fijarse en su nombre le pareció reconocer la caligafía de él, pero si era así ahora qué quería. Por qué un paquete, por qué ahora después de tanto tiempo. Dudó unos segundos antes de abrirlo, mientras su mente era un hervidero de preguntas, de recuerdos. Se decidió, y lo abrió. Arrancó las solapas de la caja, no quería andarse con remingos. Abrió esa forma de cubo marrón, y se quedó boquiabierta viendo su contenido. No sabía que se iba a encontrar, era lo único que no se había preguntado, pero estaba claro que no aquello. Metió la mano y notó el suave tacto de la lana, la cogió con delicadeza y la sacó ante sus ojos. Al abrirlo descubrió ser una bufanda de bucle.
 - Pensará que voy a pasar frío este invierno.- Se oyó decir sola en aquella oscura habitación.
 - Hombre una carta, algo es algo. Espero que me digas algo más. Masculló.

    Hola mi chica verde,
  Espero que te guste mi regalo y que lo utilices mucho este invierno. Si ves es de tu color, verde, para que no te sientas extraña. Además así resalta tu belleza y los parisinos enmudeceran ante tí. Yo por mi parte estoy bien, ya sabes muy ajetreado y como las motos todos los días. Como siempre vaya, pero intento tomarme las cosas con calma. Creo que voy madurando. Los proyectos todos van saliendo y la exposición está ya a punto.
  Bueno cuidate mucho y sé fuerte. Escríbeme que te echo de menos,
    Pablo.

 Miró la nota de nuevo, la leyó una y otra vez y con cada una su furia seguía creciendo. Notó que estaba llorando y se obligó a parar y a respirar hondo. Esto no era lo que ella esperaba, esto no era lo que tenía que haber escrito. Para qué, para qué le escribía si no le iba a decir nada sobre ella. Por qué le regalaba algo con lo que esperaba que otros hombres se fijaran en ella. Por qué todo aquello. De acuerdo que siempre habían tenido una relación bastante abierta, que los dos habían tenido parejas u otras relaciones, pero por qué esa indiferencia. Su mente no paraba, de una pregunta se pasaba a un recuerdo, de un recuerdo a una sensación y de esta a una nueva pregunta. Su celebro estaba llegando a una actividad frenética cuando se dió cuenta de que éra.
 Respiró he intentó calmarse. Se encaminó hacia el baño, tomó un pequeño trozo del rollo de papel y se secó las lágrimas, para seguidamente despejar su nariz. Ya más calmada, y su galopante pulso volviendo a la normalidad, volvió al cuarto. Se dirigió al equipo de música he enmudeció a Serrano. Su tiempo había acabado, al igual que todo aquello. Sacó el CD y lo metió en su caja. Mientras le daba una fugaz mirada a la carátula maltrecha por el paso de los años, le pasó la mano por encima dándole un callado despido.
 Esto había terminado, él no iba a ayudarla a andar, pues iba a seguir inmerso en su ombligo. Si con la distancia no había levantado la cabeza para ver que ella se estaba alejando, cuando la tuviese cerca menos. Si no sabía ponerse en su piel y deducir que cuando se está lejos de todo se pasa mal, cómo se iban a mirar a los ojos y leerse sin necesidad de hablar. Si no era capaz de decirle todo sólo a ella, que más daban esas caricias y esas frases, ahora vacías, después del sexo. Si no había sido capaz de verla, ...ya sería capaz ella.
 Buscó entre los discos y dió con lo que quería. Si su vida había cambiado su discografía también debía de hacerlo. Se agachó y extrajo otro CD de su sitio. Como el que sujeta entre sus manos un tesoro, lo abrió, extrajo el disco y lo colocó en la bandeja. Esta comenzó a entrar y con ese recorrido supo que empezaba una nueva frase en el libro de su vida, tras un punto y aparte.
 Los altavoces empezaron a vibrar y se pudo oir la voz grave de Bebe, subiéndole poco a poco la moral con su "Ella". Subió el volumen, y mientras, el sonido inundaba todo su pequeño ático y Paris se calaba fuera. Se fué a la cocina, se sirvió un copa de vino y se sentó en la encimera a ver la lluvia golpear los cristales. Con el primer tragó saboreó su nuevo sentimiento de libertad en su vida. Sonrió, y deseó que llegase el día para comerse el mundo.