A dónde fue tu verde, tu vida y tu vitalidad. A dónde los dejastes ir, sólo para mirar con envidia que tu vecino seguía luciendo verde y vigoroso. Tus hojas hoy se mecen al compás del viento, para terminar descansando en un suelo ario; para sucumbir a la transformación y alimentar el mantillo con el que en la próxima primavera se enriqueceran tus raíces.
Volví a mirarte, y tus estudiantes se manifestaban en las calles, ante un panorama desangrante. Cerré los ojos para rememorar tiempos de vida; y al abrirlo el país ardía.
Se llevaron nuestras ilusiones, para jugar con papel mojado. Nos contaron mentiras, para que el rebaño no diese problemas al esquilarnos. Mientras sólo nos quedaba ver a algunos de nuestros vecinos consumirse, a la vez que los otros tensaban cuerdas de marionetas o miraban sus reflejos en ornamentados espejos.
Otoño, caída de hojas, lluvia y frío, colores anaranjados salpicados de verde y rojo. Bella estampa para los observadores. Tranquila sensación para los viandantes. Buena vida para el disfrute y las pacientes esperas de fin de días...
Lo siento, pero mientras siga siendo joven preferiré el despertar y la explosión de la primavera. La lucha del espacio propio. Verdor y luz intensa. Vida, esperanza y reclamo por un mundo mejor.
Me atrae el contraste entre el marco blanco de la ventana y las tonalidades ocres y amarillas de las hojas, que están acumuladas incluso sobre la mesa del jardin, justo al otro lado de los cristales. Los cierres o picaportes pequeños y de estilo antiguo le dan un toque aún más romántico o melancólico a la fotografía. Y como mirar una foto es inventar una historia, si la imagen proporciona motivos para ello (y esta lo hace), me imagino a alguien observando a través de esta ventana, haciendo que su mirada vuele hasta la otra ventana, allá en la casa de enfrente, en el primer piso. Quizás espera que alguien también mire desde allí, quizás esas miradas se entrecrucen por un instante, quizás...
ResponderEliminarLo que me gusta de esta foto es el ambiente que te da. A mí me transmite el frío del otoño con la calidez de un hogar; el contraste de una ventana antigua, lo que fue, con una pared pintada de color violeta, actual, lo que podrá llegar a ser,... Un ordenador reflejado que invita a pensar en la música ambiente, que te hace escucharla; un jardín que dejó de ser ahora para con los colores ocre sobre suelo y mesa espera a que llegue el mañana y su verano....y esa ventana, que ´te incita a querer saber que hay detrás de ella, o quién esconde su rostro...Invitación a divagar...
ResponderEliminar