jueves, 11 de junio de 2015

A vuestro sillón

     Me dirijo a ti, sillón, a ese sillón que en unos días acogerá a nuevas nalgas o ya viejas y ajadas por el paso de los años sin levantarse de tu regazo. Me dirijo a ti para pedirte que seas lo suficientemente cómodo y agradable, para que quieran ir a trabajar cinco días a la semana, y algún extra que les toque, sin que sea un suplicio sentarse y pasar las horas con los glúteos aplastados. Te escribo para proponerte a la vez, con la mano izquierda sin que se entere la derecha, que seas puntiagudo y fastidioso para que nadie le dé por acomodarse en tu abrazo y no pensar más que en estar sentado en tu mullido asiento.

     No es fácil lo que te pido, sin que tu lado malo perturbe al bueno, sin que hagas que trabajen aún cuando deban acudir todos los días (como cualquier trabajador). Vas a tener culos de todas las clases, unos blandos y con pachorra, otros duros y aventureros, los tendrás nerviosos, tranquilos y "con malas pulgas". Los habrá de todos los colores y características, de todas las tendencias y opiniones, pero todos estarán por objetivos similares.

     Sin ser ilusa pensaré, que los que se van a sentar a partir de ahora lucharán con el puño en alto y los dientes apretados en contra de las injusticias sociales. Quiero creer que sonreirán a los afligidos y desfavorecidos, y les tenderán la mano a los más indefensos. Voy a concebirlos como un oído agudo a las dificultades del pueblo; una vista atenta a los problemas que hay que mejorar; un gusto exquisito por el arte y la cultura popular; un olfato fino para detectar las trampas de los corruptos y un tacto ejemplar para saber dejar atrás su rencores y ser objetivos con las personas a las que representan, ya sean sus votantes o no, ya sean sus amigos o enemigos.

    Será arduo el camino, podrá ser larga la andanza, y duro tener templanza. Pero como ciudadana, únicamente demando igualdad. No soy mejor que nadie, ni tampoco peor, pero cuando he tenido trabajo me he levantado cada mañana para desarrollarlo lo mejor que he sabido o podido; y cuando no lo he tenido me he levantado para mejorar mi persona y el mundo que me rodea y hacerlo un poco mejor. No es imposible lo que pido, un poco de simetría: que no te vean como un pedestal que los haga intocables, que no seas su refugio de perversidades y atrocidades, que no les des un estatus social superior, ni inferior. En definitiva, que no seas más que lo que eres... "un simple sillón que es SU PUESTO DE TRABAJO".

     Me despido de ti sillón, sabiendo que no es fácil la tarea que te he encomendado, que habrá de todas las calañas y que son muchos y muy distintos entre si. Mas confío que a lo largo de cuatro años harás un poco de todo porque el pueblo español siga trabajando por un futuro con trabajo y de "día a día"

    Te deja así con un afectuoso deseo y saludo,
    sólo una ciudadana más de España.