INTRODUCCIÓN
El título de este libro exige de cada uno de nosotros el respondernos a una segunda cuestión... ¿y qué esperábamos encontrar? A buen seguro que para cada cual habrá una respuesta diferente, muy personal, y a pesar de eso, sí que puedo aventurar una afirmación que será válida para todos nosotros.
Aunque individualmente no coincidamos en el hecho concreto esperado, todos sin excepción estaremos de acuerdo en que soñábamos con otra cosa. Eso sí, esa otra cosa lo mismo puede acercarse bastantea las experiencias vividas, como no parecerse en nada, nada en absoluto, para nuestra desgracia.
Todos hemos deseado sentirnos invadidos por el placer más exultante, por la pasión más ardiente. Amar con tanta intensidad que el estremecimiento nos embargara hasta la médula de los huesos, y cómo no, también ser capaces de despertar esos sentimientos, esas emociones en la persona amada. Y así, todos los días de nuestra vida, hasta la eternidad. ¿Sucede así...?
Quizá no nos atrevemos a soñar con el gran Amor y nos conformemos con compartir con alguien deseos, caricias, placer, y no obstante, ni siquiera eso se cumpla, para sentirnos condenados a la soledad.
Puede suceder que, aun encendido de pasión, vivas con una angustia irreprimible el momento de penetrar en tu pareja, porque temes perder la erección de tu pene.
O por el contrario, quizá sea la idea de correrte antes de satisfacer a tu compañera lo que te llena de nerviosismo y ansiedad. En ambos casos estás convencido de que fracasarás.
Pudiera ser que habiendo imaginado mil veces que levitas palpitante en un orgasmo, por más que luces por alcanzarlo, se te haga tan esquivo que la decepción sea el sentimiento que la relación sexual deje en tu corazón.
Aunque individualmente no coincidamos en el hecho concreto esperado, todos sin excepción estaremos de acuerdo en que soñábamos con otra cosa. Eso sí, esa otra cosa lo mismo puede acercarse bastantea las experiencias vividas, como no parecerse en nada, nada en absoluto, para nuestra desgracia.
Todos hemos deseado sentirnos invadidos por el placer más exultante, por la pasión más ardiente. Amar con tanta intensidad que el estremecimiento nos embargara hasta la médula de los huesos, y cómo no, también ser capaces de despertar esos sentimientos, esas emociones en la persona amada. Y así, todos los días de nuestra vida, hasta la eternidad. ¿Sucede así...?
Quizá no nos atrevemos a soñar con el gran Amor y nos conformemos con compartir con alguien deseos, caricias, placer, y no obstante, ni siquiera eso se cumpla, para sentirnos condenados a la soledad.
Puede suceder que, aun encendido de pasión, vivas con una angustia irreprimible el momento de penetrar en tu pareja, porque temes perder la erección de tu pene.
O por el contrario, quizá sea la idea de correrte antes de satisfacer a tu compañera lo que te llena de nerviosismo y ansiedad. En ambos casos estás convencido de que fracasarás.
Pudiera ser que habiendo imaginado mil veces que levitas palpitante en un orgasmo, por más que luces por alcanzarlo, se te haga tan esquivo que la decepción sea el sentimiento que la relación sexual deje en tu corazón.
¿Has encontrado en el sexo lo que esperabas? Olga Bertomeu.
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Opinión: Es un libro que debería leer mucha gente, para olvidarnos de una vez por todas de todos nuestros complejos de rareza y nuestras frustraciones en el sexo y bajo las demandas de ejecución. Con un lenguaje accesible y claro la autora nos hace un repaso sobre qué es el sexo, la parte buena y mala, y qué podemos obtener de él. Hay referencias a historias de a pie, de gente como tú y como yo, que ayuda a poner en situación lo que va contando Olga y a saber que no somos especímenes raro, más bien complejos, pero adorada complejidad. Recomiendo este libro, a todos, pero sobre todo a aquél que sin saber por qué o sabiéndolo no termina de encontrar lo que esperaba en el sexo y las relaciones.
