viernes, 31 de mayo de 2013

La teoría de las nubes

Cuando Virginie Latour empieza a trabajar para Akira Kumo, evidentemente nunca en toda su vida ha pensado en las nubes. En general, como todo el mundo,casi nunca ha pensado en las nubes. En general, como todo el mundo, casi nunca ha pensado; y si lo ha hecho ha sido solo un poco, en último curso, los viernes por la mañana, con el fin exclusivo de redactar disertaciones de filosofía. Pero, a diferencia de muchos de sus compañeros, a Virginie Latour le gustó pensar ya en el colegio. Le gustó ese ejercicio paciente, laborioso, desértico y poblado. Después de los estudios todo ocurrió muy rápido, hubo los transportes en común, las compras y las tareas de la casa, el trabajo remunerado. Se tuvo que acabar porque el pensamiento es un trabajo, porque se requieren condiciones especiales para pensar: un poco de silencio, un poco de tiempo, un poco de regularidad, un poco de talento también. Hay que entrenar y seguramente se podría, al menos en teoría, pensar en cualquier lugar, pensar haciendo la compra, por ejemplo, pensar empujando el carrito hacia las cajas. Pero está la música, están las luces demasiado blancas, están las variaciones de temperatura entre el sector de ropa y el de las neveras frigoríficas, que dan dolores de cabeza. Y, sin embargo, Virginie se había prometido ir con cuidado: había temido tanto, cuando empezó a trabajar de verdad, no pensar nunca más, que había decidido reservar cada semana media hora, sentada en una habitación bien calentada, sobre el sofá, solo para pensar. Y naturalmente, cada vez había pasado lo que tenía que pasar: se había adormecido.
La teoría de las nubes. Stéphane Audeguy.

Opinión: Es un libro que nunca pensé leer, igual que no pensé que existiera un libro que no fuese científico que hablase de esa acumulación de aguas y partículas varias que se encuentran en el cielo. Creo que la autora tiene una buena forma de contar la historia y de parar justo en el momento para hacer pensar al lector. Si lo lees probablemente no te aporte mucho el libro, pero al final descubrirás que lo importante es lo que tu sacas pensando. Finalmente, buena lectura, sobre todo mirando las nubes en un día de lluvia y escuchando las gotas caer


miércoles, 29 de mayo de 2013

Merci!






El corto de Christine Rabette titulado MERCI, nos muestra con un ejemplo muy simple como se transmite magnéticamente la vibración por simpatía o resonancia.

Guión: Christine Rabette.
Direccióm: Antoine Bellem.
Decoración: Luc Noël.
Montaaje de imagen: Pia Dumont.
Música: Christophe Busson.

*Un consejo... contagiaros y disfrutad.


lunes, 20 de mayo de 2013

Festín de cuervos

Jaime

Ser Jaime Lannister, de blanco de los pies a la cabeza, estaba junto al féretro de su padre con los cinco dedos en torno al puño de un mandoble dorado.
Con la caída de la noche, el interior del Gran Septo de Baelor se tornaba oscuro y espectral. Los últimos restos de luz entraban por las altas vidrieras y bañaban las imponentes estatuas de los Siete con un tenue brillo rojizo. En torno a sus altares titilaban las velas, mientras las sombras se cerraban ya en las capillas y se arrastraban silenciosas por los suelos de mármol. Los ecos de los rezos fueron muriendo a media que salían los últimos asistentes a la ceremonia.
Balon Swann y Loras Tyrell se demoraron mientras los demás partían.
—Nadie puede montar guardia siete días y siete noches —dijo Ser Balon—. ¿Cuánto fue la última vez que dormisteis, mi señor?
—Cuando mi señor padre estaba vivo —replicó Jaime.
—Permitidme que monte guardia esta noche —se ofreció Ser Loras.
—No era vuestro padre. —«Vos no lo matasteis. Yo sí. Fue Tyrion quien soltó la saeta de la ballesta que lo mató, pero porque yo solté a Tyrion»—. Dejadme.
—Como ordene mi señor —dijo Swann.
Por su expresión, era obvio que Ser Loras habría seguido objetando, pero Ser Balon lo cogió por el brazo y se lo llevó. Jaime escuchó los ecos de sus pisadas mientras se alejaban. Y así volvió a quedarse a solas con su señor padre, entre las velas, los cristales y el nauseabundo olor dulzón de la muerte. Le dolía la espalda por el peso de la armadura, y casi no sentía las piernas. Cambió de postura y apretó los dedos en torno al puño del mandoble dorado. No podía esgrimir una espada, pero sí sostenerla. Le dolía la mano ausente. Casi tenía gracia. Sentía más la mano que había perdido que el resto del cuerpo que le quedaba.
«Mi mano tiene hambre de espada. Necesito matar a alguien. A Varys, para empezar, pero antes tengo que dar con la roca bajo la que se esconde.»
—Le ordené al eunuco que lo llevara a un barco, no a tus habitaciones —le explicó al cadáver—. Sus manos están tan manchadas de sangre como las... Como las de Tyrion.
«Sus manos están tan manchadas de sangre como las mías. —Eso era lo que había querido decir, pero las palabras se le atravesaban en la garganta—. Varys hizo lo que hizo porque yo se lo ordené.»
Festín de cuervos. Canción de hielo y fuego/4.  George R. R. Martin



Opinión: A pesar de ser una saga intrigante y que hace que el lector quiera seguir sabiendo más, en el cuarto libro la acción se reduce considerablemente y vuelve a ser en su mayor parte explicativo. Este libro debido a una decisión del autor sólo contiene la mitad de los personajes, la otra se desarrollará en el quinto. Como lectora me parece que no ha sido lo acertado, porque se vuelve demasiado pesado, acostumbrados al ritmo que iban marcando sus predecesores.Se debe leer como llave para el quinto, no porque pasen cosas extraordinarias.

viernes, 17 de mayo de 2013

Das Leben entzwei


Heute Abend ist Claude gestorben. Ich habe ihn geliebt.

 Mein Leben endet und beginnt gleichzeitig. Um das Ereignis nicht direckt benennen zu müssen, sage ich vorher und jetzt. Vorher - das war wie ein Land, ein weites, blühendes Land, mein Kontinent. Vorher war alles hell, strahlend, leicht, selbstverständlich, Voher war alles glatt und eben, aufregend bisweilen, wir glaubten uns unsterblich und waren zynisch. Wir warten am Leben. Der  Tod anderer kümmerte uns nocht, wir sagten Worte wie abtreten oder das Handtuch werfen, wir waren Helden. Wir waren geistreich und unruhig.

Das Leben entzwei. Brigitte Giraud





Opinión: Qué decir de este libro... no sé si es es bueno o malo, normal o lo contrario. Para mí es un buen libro porque se reúnen muchas cosas en él. Ha sido el primer libro en alemán que he terminado, se desarrolla en París y aborda un tema, apartado hoy día, pero muy importante a mi parecer, la muerte y por supuesto el dolor que ésta provoca en los que se quedan. No os diré que lo leáis, es un tema demasiado personal en torno al gusto, o te llama o no.... sólo os diré que yo me alegro de haberlo tenido en mis manos , acariciar sus páginas y leerlo, ...de que me haya provocado reflexiones, y esfuerzo.

jueves, 9 de mayo de 2013

Warszawa - Varsovia



El juego


El balcón
Camino penitente


La mirada


Entendiendo el universo