sábado, 23 de agosto de 2014

...más de mil violaciones al año...

Tras conocerse una violación realizada en la feria de Málaga por cinco sujetos, pues no sé si llegarían a la definición de hombres o personas, el máximo representante de la ciudad,su alcalde Francisco de la Torre, ha pronunciado estas célebres palabras: "Insisto en que hay más de mil violaciones al año en España; no digo que no tenga importancia, y lo condeno de manera absoluta, pero no vayamos a crear ahora la imagen de que Málaga es un espacio inseguro".

Me avergüenza como mujer ser representada por alguien que piense de esa manera, me molesta como miembro de esta comunidad tener dentro de ella gente que piense que son un número contables de situaciones, casi tanto como tener a los que realizaron el delito. Siento furia de que seas intocable y de que no se te puedan decir un par de verdades a la cara, que mientras nosotros pasamos por una calle rebosada de fluidos y líquidos malolientes tu seas el dios de la ciudad montado en tus caballos imitadores de Pegaso.

Es tiempo de palabras sin fundamentes, de luchas por un sillón almohadillado. Es tiempo de guerras y de estómagos desnutridos por vivir en cierta parte del globo terráqueo. Es tiempo de locura, pero también es tiempo de verdades. De la Torre, y lectores, no son un número. No son una proporción. Ni es un problema femenino.

No importa a cuántas hayan violado ese año, o en España desde que se instauró la democracia o que haya disminuido o aumentado en la legislatura de un partido político. No consiste en estadísticas para esa persona, sea hombre o mujer; aunque bien es cierto que la mayoría son féminas pero no por ello las únicas.

No es un número lo que te importa cuando te sientes sucia por dentro y no hay agua o jabón que te quite esa sensación y ese deseo de lavarte hasta que la piel se caiga a tiras. No es porcentaje lo que te insta a odiarte a preguntarte porque a ti, a odiarte y a desear que nadie más que pase por tu lado te mire o te roce para darte simplemente los dos besos de cortesía culturalmente impuestos en España. Qué más da que sean miles si cada una de ellas lleva su pena por dentro, si cada una de ellas lo único que querrán en muchos de los momentos de su vida posterior y sobre todo los más cercanos al hecho es desaparecer, es obtener alas como Pegaso que las hagan volar o que haya una sustancia que les haga olvidar.

No, no creo correcto quitarle hierro a este asunto y, como ha pedido el amable alcalde, haría falta más educación; cierto, empezando por enseñarle a usted empatía, siguiendo por no destruir una educación pública que aportaba una buena base y terminando por cambiar una sociedad en la que cada vez estamos más preocupados por nuestro cuerpo y nuestro minimundo que por usar la razón y la lógica común, que por buscar el bien social que sustenta una sociedad y los valores que dan cierta tranquilidad de civismo. No espero que tenga usted la decencia de pedir perdón a todas esas personas que han sido violadas, a esas a las que solamente, sin ser poco, sufrieron abusos sexuales sin llegar a la penetración y por tanto sin ser violadas, y a todas aquellas a las que sufren acosos. Nada de eso, no escribo por eso.

Escribo para que el mundo lea y reflexione que da igual el número de gente que sufre lo mismo que tú, cuando a ti te han quitado lo más importante: estar bien contigo y queriendo seguir siendo esa persona que eras...Tú

huffingtonpost: Noticia sobre la declaración de De la Torre