miércoles, 26 de junio de 2013

Perspectivas



Creemos conocer una ciudad, una calle, un espacio... creemos, pues sólo con cambiar de perspectiva el mundo es otro, desconocido, anormal. En este mundo en el que vivo dicen que no hay verdades absolutas ni mentiras que no lleven algún matiz de la realidad. Nada es totalmente real y todo depende de algo... de perspectiva.

 Me gusta ver esta foto y descubrir una vez más que todo tienes muchas caras, que todo es cantidad abrumadora de partes  y que todo es lo mismo. Yo me conozco esta ciudad, pero si la veo desde arriba tiene otra cara,otra a la que la ven desde el avión o desde uno de los soleados balcones. Todo cambia, todo se transforma.

Es verano y este año la perspectiva volvió a cambiar, en España aún refresca el tiempo y en Berlín se han asado los lugareños como lagartos al sol. Quizás todo va modificando... el verano, la luna más grande del año o el simple paso del tiempo sobre la roca en la que estamos modelados.

Me subí al tejado de mis pensamientos, y me miré desde el avión ascendente y lleno de adrenalina en la lejanía. Luego me pasé por el balcón al sol, donde se hacía una barbacoa, y por último me paseé por una calle empapada por la lluvia y llena de transeúntes de mi vida. En todas era yo, y todas eran diferentes. Hoy me cambié de perspectiva, para aceptar que mi postura no era la única que entraba en esto; que el trabajo no es peor porque mi manera no sea tan firme o comunicativa; para ver que los amigos están porque en su prisma tu vales, aunque sea excesivo para el tuyo (pero es perspectiva, dejémosles).

Me dí cuenta que crecí y por el camino obtuve perspectivas, así que decidí jugar en la fiestas de perspectivas y antes de avanzar pasearme por las vistas de cada una...decidí jugar para luego parar, y saborear.

lunes, 17 de junio de 2013

La sombra de lo que fuimos

A los viejos sólo nos queda Carlitos Santana>>, pensó el veterano, y se acordó de otro anciano que cuarenta años atrás tuvo la misma idea, con la diferencia de un apellido, y que la dijo mientras le servía una copa de vino.

 - A los viejo sólo nos queda Carlitos Gardel, salud por el morocho - suspiró entonces su abuelo, mirando con nostalgia el color rubí del vino.
La sombra de lo que fuimos. Luis Sepúlveda.





Opinión: Lectura amena y accesible. A pesar de tener una trama un poco rocambolesca,  pienso que se pueden sacar buenas cosas de él; sólo hay que dejar de lado la historia y buscar qué quiere decir no que dice.  Buena lectura  que me sirvió  para viajar por la historia y saltar de pregunta en pregunta.

domingo, 2 de junio de 2013

Llueve sobre Berlin

Llueve sobre Berlín aguacero de junio,
para limpiar esas calles embarradas,
por harapos de mendigos ensuciadas
de almas varadas, sin vuelo de unicornio.

Descarga el aguacero de lágrimas,
no hay batalla ni uno de mayo,
no hay brazos en alto con banderas tricolor
y tu nombre se borró de la historia.

Regueros corren por las calles y los parques,
limpieza de gente con olor a tierra mojada,
fuerzas perdidas por el peso de la política,
futuro desecho por la inanición de las juventudes.

Joven guardia, joven guardia,
levanta tu brazo y tu cara en alto;
vocifera ante el burgués y opresor.
Joven guardia, joven guardia
no le temas a la lluvia, sal y lucha.

Que las rosas nos muestren el camino,
que el trece nos enseñe el coraje,
que tus calles se vistan de risas,
que la ilusión prenda la mecha de niños.

Porque comienza una lucha y otro camino,
miedo que me acompaña pero no debilita,
porque quiero ser fuerte como las rosas
y que el aguacero sólo me dé resistencia,
porque tu fuerza... no cayó en el olvido.