martes, 26 de marzo de 2013

Crónica de una muerte anunciada

El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo. Había soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros. «Siempre soñaba con árboles», me dijo Plácida Linero, su madre, evocando 27 años después los pormenores de aquel lunes ingrato. «La semana anterior había soñado que iba solo en un avión de papel de estaño que volaba sin tropezar por entre los almendros», me dijo. Tenía una reputación muy bien ganada de intérprete certera de los sueños ajenos, siempre que se los contaran en ayunas, pero no había advertido ningún augurio aciago en esos dos sueños de su hijo, ni en los otros sueños con árboles que él le había contado en las mañanas que precedieron a su muerte.

el buque: Schiff.
el obispo: Bischof.
el higuerón (Am.): tropischer Riesengummibaum.
la llovizna: Nieselregen.
salpicar: bespritzen, beschmutzen.
la cagada (vulg.): Kothaufen, Scheisse.
evocar: wachrufen, heaufbeschmutzen.
el pormenor: Einzelheit, Detail.
ingrato/a: undankbar, unangenehm.
el papel del estaño: Stanniolfolie (el estaño: Zinn).
tropezar: stolpern, (zusammen)stossen (dazu el tropiezo: Ausrutscher; [fig] Irrtum, Rückschlag).
certero/a: (zu)treffend, treffsicher, genau.
ajeno/a: anddern gehörig, fremd.
en ayunas (loc. adv.): nüchtern, auf nüchternen Magen.
el augurio: Vorzeichen, Omen.
aciago/a: unheilvoll.
preceder: vorangehen, vorhergehen.
Crónica de una muerte anunciada. Gabriel garcía Márquez






Opinión: reflejo de una sociedad latina, muy centrada en el honor y en la imagen de cara a la gente. El escritor enmarca la historia muy bien, además del contexto, por el uso del lenguaje. Opino que se debe leer algo de García Márquez, por su relevancia, bien es cierto que podemos no entender la historia que nos muestra, mas sólo es eso historia y como tal merece la pena leerla.


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